· Los naturales y necesarios: las necesidades físicas básicas, alimentarse, calmar la ,sed el abrigo y el sentido de seguridad.
· Los innaturales e innecesarios, que considera superfluos: la búsqueda de la fama, del poder político o del prestigio
Epicuro formuló algunas recomendaciones entorno a todas estas categorías de deseos:
- El hombre debe satisfacer los deseos naturales necesarios de la forma más económica posible.
- Se pueden perseguir los deseos naturales innecesarios hasta la satisfacción del corazón, pero no más allá.
- No se debe arriesgar la salud, la amistad, la economía en la búsqueda de satisfacer un deseo innecesario, pues esto sólo conduce a un sufrimiento futuro.
- Hay que evitar por completo los deseos innaturales innecesarios, pues el placer o satisfacción que producen es efímero.
- Placeres del cuerpo: aunque considera que son los más importantes, en el fondo su propuesta es la renuncia de estos placeres y la búsqueda de la carencia de apetito y dolor corporal;
- Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo, pues el corporal tiene vigencia en el momento presente, pero es efímero y temporal, mientras que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar los dolores del cuerpo.
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